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Energías renovables

Calefacción y aire acondicionado con energía renovable

Tras utilizar la leña para calentarse durante al menos medio millón de años, los humanos vuelven a utilizarla, gracias al auge de la segunda residencia, o de la primera con fuego del hogar incorporado. Lo cierto es que el tráfico comercial de leña y carbón vegetal está creciendo en los últimos años.

Ilustración de la calefacción de una casa

Ilustración: Sonia Alins (larutadelaenergia.org)

Las briquetas son un combustible para usar en pequeñas calderas de calefacción. Se elaboran con residuos de madera triturados y compactados y tiene gran poder calorífico. Estos y otros combustibles derivados de la biomasa tienen todavía hoy gran importancia en la cesta energética de la calefacción. Los modelos más recientes suelen incluir recuperadores de calor y alcanzan buenos rendimientos.

En esta aplicación se tropieza con la desventaja de que la demanda de energía para calefacción es máxima cuando la disponibilidad de energía solar es mínima. No obstante, resulta una aplicación interesante si se emplea una amplia superficie colectora (mayor que en el caso del agua caliente) y se combina con sistemas de calefacción que trabajen a baja temperatura, como los de suelo radiante.

Se pueden utilizar colectores planos o bien colectores de vacío, con temperaturas superiores a 70ºC y fluido especial caloportador.

Otra opción es el uso de energía solar térmica de media temperatura para suplir las necesidades de calefacción de una vivienda. El agua caliente que circulará por el circuito de radiadores procede de un colector especial, provisto de tubos de vacío que elevan la temperatura del líquido hasta casi el punto de ebullición.

Nuevos sistemas para aprovechar esta energía termica en la producción de frío pueden acabar popularizando el aire acondicionado alimentado por paneles solares.

La refrigeración mediante máquina de absorción se basa en que un líquido que se evapora absorbe gran cantidad de calor de su entorno. Si empleamos un intercambiador de calor, obtendremos una notable reducción de la temperatura en el circuito secundario.

La llamada climatización pasiva es muy importante. No consiste en generar calor, sino en no perderlo inútilmente por ventanas con acristalamiento simple o paredes demasiado delgadas. también implica un uso juicioso de cortinas y estores, para conservar al máximo el calor o el frescor de la casa tanto en invierno como en verano.

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